viernes, 13 de septiembre de 2013
Creando historias
LA MALDICIÓN
¿Las maldiciones y la magia en verdad existen? De ser que no crean en este tipo de cosas no tendría sentido que continúen la lectura. Nosotros creemos en ello, les contaremos y demostraremos que en verdad existe.
Hace siglos un niño de apenas unos 6 años llamado Benjamín, hijo de Fernando séptimo, caminaba por los pasillos del enorme castillo buscando un libro para comenzar una nueva lectura. Entró al despacho del asistente de su padre y encontró un enorme mueble repleto de libros, se estiró un poco tomó un libro con tapa marrón algo gastado y percudido. Al agarrar ese libro, el mueble se corrió abriéndose con una piedra. El niño abrazando el libro se asomó adentro y vio un pasillo oscuro bastante sucio, entró con pasos temblorosos y cortos, tenia
algo de miedo. Caminó, apenas viendo donde pisaba, hasta que tropezó con una piedra pequeña. En ese instante, las antorchas que se encontraban clavadas a las paredes se encendieron iluminando el largo pasillo.
Benjamín con los latidos de su corazon a mil se puso de pie y retomó camino, con el libro bajo el brazo. Una puerta de madera se encontraba al final del pasillo, ya con pasos firmas camino hasta la puerta y decidido la abrió. Al abrirla vio una biblioteca enorme con millones de estantes repletos de libros se sentó en el suelo, apoyando su espalda contra unos estantes con libros, y tembloroso comenzó a leer el libro que traía bajo el brazo.
En la primera página, aparecía la cara de un león que era el símbolo de su castillo, Lo observó por un rato, ese símbolo le llamo la atención. Era más antigua que el actual símbolo de su castillo y tenia algo raro. Dio vuelta la pagina y comenzó a leer. Ese libro contaba sobre una maldición sobre ese símbolo de su castillo que había hecho una vieja anciana de un pueblo vecino. Esa anciana echó esa maldición dictando estas palabras "El próximo Benjamín que se críe en este castillo bajo el reinado de este símbolo de león, tendrá un eterno sufrimiento después de morir a los 30 al ser asesinado por un hombre de una sola pierna, este vagara eternamente como espectro por los cimientos del castillo. el sera asesinado el la carretera que une el castillo del bosque que esta
bajando la colina".
Benjamín al enterarse de su triste futuro corrió hasta la puerta, la abrió con fuerza y casi en un minuto atravesó el largo pasillo lo mas rápido que pudo, el mueble que estaba todavía abierto al ser atravesado por el pequeño se cerro fuerte.
El niño no le contó a nadie la maldición que pasaba sobre sus hombros.
Muchos años después, el día que cumplió 30, y una vez que olvidó lo ocurrido en aquella biblioteca, montó su caballo negro y al galope fue a la carretera que unía el castillo con el bosque sin recordar lo que le esperaba allí. Vio en medio de la carretera un hombre caminando con dificultad ya que tenia una pata de palo, Benjamín bajó de su caballo y se le acercó al hombre. El hombre levantó la cabeza y miró a los ojos al futuro rey, sacó una
navaja de su cinturón y sin siquiera que Benjamín pudiera impedirlo, se lo clavó en el corazón causándole su muerte. Fernando mandó a buscarlo ya que luego de muchos días su único hijo no aparecía. Un caballero del ejército de su padre lo encontró allí tirado. Mandó a avisar al castillo y cargó el cuerpo del joven en su caballo para llevarlo al castillo, donde muchos lloraron su muerte.
En la actualidad, en las ruinas del castillo se puede ver la alma perdida de Benjamín atormentada por la maldición. Su ropa muestra que él vivió en la edad media y aun tiene la cicatriz que le dejó aquella navaja.
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